Por escribir sin pensar y por pensar en escribir. Por intentar satisfacer mi necesidad de escribir justificandola con vuestra necesidad de contener lo que nosotros escribamos.
Me disculpo breve y educadamente por no poder realizar tan sencilla e imposible labor que me han pedido. No puedo hacer lo que quiero, nunca he podido, de eso se ha tratado mi vida, frustrante como toda vida. En cambio aqui quiero hacer lo que puedo, que es agradecerles la invitación.
Trataré de no tratar de entender lo que por lo visto me ha tocado hacer. Y una vez más, sin razón aparente, me disculpo.
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