El que me invitó a este blog no sabe la que lió. Puedo ser muy muy coñacico...
La erección matutano
Por fin hoy he comenzado a retomar mis hábitos homologados y estandarizados según la ISO 9001. Puedo volver a tener ya el certificado de calidad bajo el cual fui concebido. Esta vez si. He sido capaz de levantarme (nunca mejor dicho) con la, en otro tiempo habitual, erección matutano. Ha sido templada, dura y leñosa como porcelanosa. Desde que tuve esa infección venérea por la cual me retiraron mis derechos humanos, no había vuelto a ser capaz de sentir ese momento ondulado y crujiente que es la erección del sol naciente. A mayores de este padecer, y mercedes a los antibióticos con los que había sido tratado, sufrí una alteración digestiva de larga duración que desembocó en un vólvulo 16 valvas. Básicamente esto consistió en que la tripa se me dio Vuelta a España y ya me dirás Tour de Francia como iba yo a tener una erección matutano. El caso es que finalmente parece que me voy recuperando. He salido a la calle y hacía un día espléndido brandy. He estado paseando y antes de comer he parado en una cafetería a tomar un café expreso de medianoche. Me he quedado pensando un rato en los avatares de mis erecciones legislativas y un niño se me ha aparecido y sólo con mi presencia se ha aburrido. Ha intentado jugar conmigo y darme una galleta pero yo no me oreo. Más tarde he bajado al río. Hacía mucho bochorno y me he quedado dormido mirando las copas de los árboles. Me he despertado menopáusico. Al poco me he dado cuenta de que había sufrido un golpe de fagor. Es raro porque era un campofrío, pero he tenido que ir al hospital y allí han comenzado a dispensarme un trato de favor. Mis antecedentes relativos a la erección matutano han causado furor uterino entre las parturientas, y al final, todo ha sido un coñazo. Una, incluso, ha tenido gemelos siemens, si! de esos que están interconectados y tiene los dientes azules. La mujer le ha puesto mi nombre a los dos. Michael y Richard. Como son siemens va a ser muy difícil liberalizarlos o que por lo menos tengan autonomía de batería o algún tipo de estatuto. Después he vivido una situación de lo más fenosa ya que otra parturienta ha dado a luz prácticamente a mi lado. Finalmente me he ido. He pedido el alta de línea y entre remilgos y ornamentas de poleo he marchado no sin antes asistir a la inauguración de una nueva ala del hospital: La nueva unidad de absurda estancia “Sanatoro Osborne”. Anexo del edificio dedicado al cuidado de los absurdos y los intrépidos. Gente sin marca y no regulados por la ISO. Luego he llegado a casa y he estado viendo los anuncios. A última hora he apagado el cerebro. Últimamente no lo uso mucho y como es de alquiler no me fío mucho de tenerlo encendido por la noche. Antes de desenchufarme ha rezado un momento a mi Crosoft particular para pedirle que mañana por la mañana vuelva a ser capaz de tener una erección matutano que no me quepa en las dos manos.
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