Cultura Pop
Imágenes y Temas
La cultura popular de los Estados Unidos ha cautivado la imaginación del mundo, pero ¿en ella se transmiten o se mutilan los valores estadounidenses?
La principal exportación de los Estados Unidos no son las manufacturas, la agricultura, los productos farmacéuticos o la alta tecnología, sino la cultura popular. Más de dos tercios de las entradas que se venden en los cines de Europa occidental son para ver filmes de los Estados Unidos. Las canciones de las estrellas pop, como Bruce Springsteen y Michael Jackson, son himnos para los jóvenes de todo el mundo.
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La cultura popular de los Estados Unidos ha cautivado la imaginación del mundo, pero ¿en ella se transmiten o se mutilan los valores estadounidenses?
La principal exportación de los Estados Unidos no son las manufacturas, la agricultura, los productos farmacéuticos o la alta tecnología, sino la cultura popular. Más de dos tercios de las entradas que se venden en los cines de Europa occidental son para ver filmes de los Estados Unidos. Las canciones de las estrellas pop, como Bruce Springsteen y Michael Jackson, son himnos para los jóvenes de todo el mundo.
Las hamburguesas y las bebidas gaseosas de los Estados Unidos se consumen en casi todas las ciudades importantes del orbe.
Sin embargo la cultura pop es algo más que la simple diversión; las alusiones al estilo de vida estadounidense se convirtieron en consignas para los reformadores, en el este de Europa y en otros países que ansiaban una mayor libertad política, una economía de consumo de libre mercado y la movilidad ascendente, que son los sellos distintivos del sistema occidental.
La propagación de la cultura pop es buena para los Estados Unidos y el resto del mundo. En fecha reciente, el Instituto Estadounidense de la Empresa (AEI) en Washington patrocinó un simposio, con duración de todo el día, para abordar esas y otras cuestiones. El grupo internacional representaba una gran variedad de disciplinas -historiadores, sociológos, periodistas, jueces, artistas y ejecutivos del mundo de la diversión- y sus comentarios se han condensado aquí.

Por muchos decenios, esas actitudes se llegaron a arraigar en la opinión mundial como "estadounidenses". El país vive a expensas de su capital de tipo cultural.

Gran parte del resto del mundo se ha tenido que plantear a últimas fechas una pregunta que deben responder los Estados Unidos: ¿qué hace un país cuando se vuelve rico? El consenso estadounidense después de la Segunda Guerra Mundial fue que el país les debía brindar a sus jóvenes varios años de ocio; alga que el resto del mundo no se podía dar el lujo de proporcionar a su población joven. Para los jóvenes del resto del mundo, el sueño estadounidense es el sueño de la libertad irresponsable... y los Estados Unidos son la patria de su revolución.


En una época en que esos valores van en ascenso en el mundo entero, decir que son rasgos distintivos de los estadounidenses puede parecer un acto de inmodestia. Sin embargo no hay duda de que esos valores siguen siendo muy distintivos. Los estadounidenses están menos comprometidos con el gobierno. Ellos creen que la oportunidad individual siempre está presente y que el individuo tiene un alto grdo de responsabilidad sobre sus actos.
La verdadera pregunta no es si los valores estadounidenses son claros y distintivos, sino si la cultura popular transmite o mutila esos valores.

Sin embargo, ¿acaso ese poder destructivo va aparejado a un impulso constructivo de la misma magnitud? Mucha gente comprometida con algo que se llama la fe democrática, piensa que tal pregunta es irrelevante. Si se le da libre juego a ese destructivo, aconsejan, a la postre todo saldrá bien en una u otra forma esa gente no acierta a creer que algo honda y perdurablemente popular pueda ser un factor de autodestrucción para una democracia.
Para la democracia estadounidense, la cultura popular que hoy impera en los Estados Unidos no es tanto un adorno, sine una amenaza Así mismo, tal cultura es lo que se exporta ahora a las nuevas democracias del este de Europa. Los EUA están exportando un principio de inestabilidad que éstas incorporan a su existencia cultural y política. No están exportando una alta cultura comparable, pues no tienen ninguna que exportar. En los últimos 40 años, la cultura popular ha subyugado a la alta cultura. Para que una potencia mundial pueda conservar su posición, no sólo se tiene que ganar el respeto por sus hazañas militares, sino también por su cultura.
Facetas No. 99.
Enero, 1993.
USIA Information Service.
Todas las opiniones del simposio en la página del Tecnológico de Monterrey.
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