miércoles, 14 de julio de 2010

LA ENSEÑANZA DE LA PELOTA

España se inundó de locura, a pesar de lo sensato que era alegrarse por la victoria. España se unió de las manos y las banderas se agitaron con descaro, sin que nadie pareciera un españolista fanático. Hubo unión vecinal, familiar, laboral. Jamás hubiera imaginado las calles vacías por ningún otro motivo. Jamás hubiera visto a un país tan pendiente de algo, tan unido en la misma causa. Pero la pelota nos puede enseñar algo. La locura generalizada que lleva detrás nos da la lección de que no hay nada que pueda unir a la masa como el fútbol, nada. Entonces, podríamos utilizar toda su fuerza hasta el punto de decidir que las guerras, las disputas, las controversias en general, se pudieran resolver en un once contra once. No se discute ningún resultado una vez que el partido ha acabado. Es la mayor aceptación de una derrota, junto a una victoria limpia y libre de culpa. Los partidarios de una causa contra los partidarios de otra. Se me ocurre esta propuesta.

1 comentario:

  1. hummmmm... Interesante. Es un buen ejemplo de pensamiento lateral, una habilidad que desgraciadamente no abunda en el mundo político, así que veo difícil su aplicación, pero no deja de ser interesante.

    ResponderEliminar